Los avances tecnológicos crecen a un ritmo vertiginoso al tiempo que un consumidor cada vez mas adentrado en la era digital se acostumbra a obtener lo que quiere cuándo, dónde y cómo quiere. Los medios de comunicación digitales nos han permitido conectarnos con personas geográficamente separadas, desarrollando al tiempo tribus digitales de productos y ofertas hiper-individualizadas. Los profesionales de marketing han tenido que elaborar cada vez herramientas más sensibles para observar y predecir el comportamiento de los consumidores, y acercar en la medida de sus posibilidades sus propuestas al individuo exacto, justo en el momento que se presenta la necesidad, e incluso en ocasiones, momentos antes. Las empresas ya no solo tienen que centrarse en analizar el papel de los clientes si no en intentar conectarlos con sus servicios y productos, en ocasiones sin contar con las repercusiones que ello conlleva. La digitalización del mercado nos permite obtener cada vez más experiencias de satisfacción instantánea, pero la tecnología digital también reduce lo que es esencial para desarrollar el valor del cliente a largo plazo:  la conexión empática de calidad. De hecho, múltiples estudios aluden a la reducción de la tolerancia a la frustración, a una menor capacidad de afecto, a problemas de ansiedad… efectos que son fácilmente relacionados al uso creciente de medios y dispositivos digitales.

Lo temas que tienen cabida dentro de esta línea temática son todos aquellos relacionados con: los comportamientos de los usuarios, con la satisfacción instantánea, con los efectos de la reducción de la conexión empática de calidad, repercusiones en el consumidor…